miércoles, 31 de octubre de 2007

Y las cosas cambiaron

... Y de pronto las cosas cambiaron...

Sentí que te alejabas, sentías que me alejaba, durante las primeras semanas de tu momentanea partida, los días transcurrian lentos, solitarios, diáfranos y aveces hasta inapetecibles...

Tu momentanea partida había dejado un hueco grande, una vacío difícil de sustituir, a pesar de la tecnología, a pesar de los mensajes, a pesar de las llamadas... ¿las llamadas? El costo de las mismas hacía que estas se tuvieran que recortar, y con ello parte de la ilusión, también; sin embargo la esperanza, la pasión y sobre todo el amor... Nos impulso a seguir, a batallar al principio, pero después a continuar.

Y así las cosas se fueron acomodando, y así pudimos encontrar la manera de comunicarnos, de hablar más tiempo a pesar de extrañarnos, de no anteponer nuestros planes, pero respetar nuestro amor, nuestra relación, nuestra historia que seguía creciendo y madurando...

Y así nos acostumbramos, y así encontramos la forma de vernos, hablarnos y hasta extrañarnos.

Tiempo después sentimos como esa batalla, la primera de muchas la estabamos ganando, tiempo después sentimos como esa prueba, la de tu momentanea y necesaria partida, lejos de estarnos separando nos estaba juntando.

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